Supe que te amaba
Supe que te amaba
-más allá de toda duda-
el día en que estabas
colocando un clavo en la pared
y te golpeaste con el
martillo y a mí me empezó a sangrar
el dedo pulgar.
... Siempre tenemos algo que decir...
Supe que te amaba
-más allá de toda duda-
el día en que estabas
colocando un clavo en la pared
y te golpeaste con el
martillo y a mí me empezó a sangrar
el dedo pulgar.
En secreto
recogí el vaso en que habías bebido
y lo llevé a mi casa.
Por las tardes, cuando llego
del colegio, lo coloco bajo el grifo
y veo flotar un beso
en el agua.
—¿Me haces un favor?
—¿Qué clase de favor?
—¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todoel recreo?
—¿Durante todo el recreo? —Sí, es que tú eres mi cielo.
Las palabras siempre han sido mis aliadas para hablar de amor... el desengaño y la amargura de mis noches de soledad me enseñaron a hablar de ti... del "amor", ese amor idealisado, endiosado y glorificado por la ignorancia de un corazón enamorado... tal vez por ser una romantica irremediable...
Dedique mis noches a escribir, a decir en letras lo que era imposible pronunciar frente a ti, frente a esos ojos que me daban y quitaban vida a placer, porque mi felicidad fue tuya... esas migajas de cariño, que para mi eran eternos momentos de amor...
Porque tu sinónimo fue amor, sueños, ilusiones; las cuales una a una destrozabas en mi cara tomando otra mano, una mano que desconocia la maldad detrás de esos ojos de apariencia inocente y pueril.
Y así seguí escribiendo durante años, durante lágrimas, queriendote, odiandote y viceversa, pero siempre con la esperanza de que algún día regresarás a mi, a mis brazos, a mis besos, a los que fueron nuestros sueños... pero... nunca volvio... porque el "amor" del que tanto escribia... no era amor... y aunque sigo en busqueda de un antonimo, esto fue cualquier otra cosa menos amor...
Sentirte... Saber que mi busqueda termina en tus ojos, en esos ojos en los que me pierdo durante el tiempo en que tu voz, tu dulce y bella voz, que me hace perderme en ti con esa melodía que sale del corazón y que hace cuna en mi mente pasa soñar contigo... Conmigo... Con los dos sentados cerca del mar, envidiados por la luna llena... Porque solo yo puedo sentirte... Por lo menos hasta que me despierte...
Ma. Carolina Zerlín
(2006)
Despedida I
Le hace falta un verso a mi canción, con una cuerda rota en mi guitarra, toco un acorde distraído y la melodía va en sincronia con las lágrimas de mi corazón...
Despedida II
Así me despido del amor, finalmente, como cuando deja de llover, como quien recuerda que reír es sentirse vivo... Vivo porque estoy sin ti...
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